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La desazón suprema: Retrato incesante de Fernando Vallejo (2003)

 

La desazón suprema es el documental donde se muestra los hábitos de vida y la cotidianidad del escritor colombiano Fernando Vallejo, quien se ha caracterizado por despertar polémica, con sus obras artísticas, ya sea desde la literatura o el cine, tomando una postura drástica frente a las situaciones políticas, culturales e ideológicas del país, reflejando ese extraño sentimiento dual que tiene por Colombia, donde el amor y el odio son la base de una cantidad de pensamientos que este “escritor que ruge” usa sin tapujos para denunciar una cantidad de problemas sociales que acontecen en la actualidad, con una alta carga de contenido sexual, de muerte, vehemencia y desamparo. 

 

El génesis del proyecto se dio en una ceremonia de los premios Rómulo Gallegos (2003), allí Luis Opina le expreso a Vallejo su deseo de realizar un producción documental con su participación, a lo que el escritor respondió:  "Ah, si eso es lo que tú quieres, vente a vivir a mi casa"; así con este fructífero encuentro se dio el primer paso del camino a trascurrir de la mano de este complejo personaje que encierra muchos misterios, desde su forma de ser, caracterizada por amenizar con la dulzura de su tono de voz, la crueldad, la atrocidad y la provocación impregnada en todos sus comentarios, que desatan revuelos dentro y fuera de Colombia. Hay quienes ven a Fernando Vallejo únicamente con el afán de entretenerse  y adquirir fama desde su irreverencia ante las desgracias de este pueblo, sin embargo al conocer y observar “La desazón suprema: Retrato incesante de Fernando Vallejo” el espectador se topa con otra realidad, aquella donde las emociones y nostalgias invaden a un ser apasionado por lo que cree, hace y siente. Uno de los factores primordiales para el buen desarrollo del documental fue esa interpersonalidad dada por la buena amistad construida entre el director Luis Ospina y el protagonista, la cual facilito la exploración de la personalidad de Vallejo y sus vínculos desde el exilio con su país, su familia, el amor por los animales y las múltiples expresiones artísticas, desde sus facetas como escritor, director y guionista.  

El material usado para el documental, cuenta con testimonios de hermanos y amigos, fotografías, dramatizados (Entrevista radiofónica donde desafía el gobierno), pedazos de la película “La virgen de los sicarios”,  películas familiares y fragmentos de sus libros y poemas; acompañados de la voz del propio Vallejo en escenas de intimidad y cotidianidad, en las que se permite contemplar su aspecto musical (tocando el piano) y sus rutinas nocturnas donde es chef de su perra Kim ("tiene 30 platos distintos, uno para cada día del mes"), e incluso un emotivo reencuentro con su pasado, al visitar  en Medellín la vivienda donde habito su niñez. A lo largo de todo el producto audiovisual es muy latente esa confianza entre realizador y sujeto, lo cual sin duda dota de verosimilitud la información visual presentada en pantalla.

 

“La desazón suprema: Retrato incesante de Fernando Vallejo”, podría considerarse como un rodaje realizado de manera unipersonal, lo cual significa que el director Luis Ospina desarrollo múltiples cargos; fue camarógrafo, sonidista, director y hasta asistente. En las entrevistas donde habla de esta producción resalta la importancia de las nuevas tecnologías que ya en la década del 2000 penetraban en el mundo, pudiendo contar con soportes digitales que a pesar de la ausencia de iluminación, permitieron usar los dispositivos automáticos de la cámara y aun así obtener excelentes resultados en postproducción. Algunos años atrás cuando lo análogo aun comandaba el mercado hubiera sido imposible la realización de un proyecto con estas características, donde ese trabajo en solitario es la pieza clave para revelar un verdadero retrato del escritor Colombiano, quien como cualquier personaje desacostumbrado a las luces y cámaras, se intimidaría frente a un gran equipo de producción invadiendo su casa, que es una de las dos únicas locaciones usadas para este documental; el otro escenario es donde Vallejo sale a pasear su perra. Los festivales de cine del mundo han recibido de muy buena forma este trabajo del director caleño, ha estado en Suiza, Brasil, México, Estados Unidos, España, Francia, etc. Incluso fue de entero gusto del mismo Fernando Vallejo quien ha declarado muchas veces su desprecio por el cine y el documental. 

 

El título del documental fue tomado de un verso del poeta antioqueño Porfirio Barba Jacob “Vengo a expresar mi desazón suprema y a perpetuarla en la virtud del canto”, a quien Vallejo admira profundamente y es la inspiración primordial para su obra literaria “El mensajero”. Dice Luis Ospina que la palabra “incesante” se la agrego porque él siempre está renovando la dimensión de su personalidad que quiere mostrar al mundo, de este argumento surge también la estructura literaria del documental: Un prólogo, con su epígrafe y nueve capítulos.

 

Vallejo es otro ciudadano más que ha padecido la violencia y el olvido del país, desterrado de su tierra por las múltiples formas de corrupción y los diferentes verdugos que aquí abundan. Este acercamiento desde lo audiovisual a su vida evidencia esa nostalgia e inmenso dolor que el escritor siente por su nación, “Por qué te quiero te aporrio” expresa Fernando Vallejo al referirse a Colombia, él opta por la distancia pero no por el silencio, ha utilizado su posición en la opinión pública y su palabra realista, amarga, franca y sarcástica para expresar como su decadencia va de la mano con la de su nación, devorada por la guerra, la política y el narcotráfico. Luis Ospina afirma que “Él nunca ha salido de Colombia en su cabeza” sus pensamientos giran alrededor de su eterno tormento, Colombia. Tanto así que teniendo toda las capacidades para hacer parte de la intelectualidad Mexicana nunca ha querido formar parte de ella.   

 

El año 2003 donde salió al aire “La desazón suprema: Retrato incesante de Fernando Vallejo”, hizo parte de una década favorable para el cine nacional principalmente por el surgimiento de La Ley 814 de 2003, conocida como Ley del Cine la cual es aceptada en segundo debate en la plenaria del Senado; gracias a ella se permite que en el país se generen estímulos económicos y técnicos que reactivan la producción nacional afectada potencialmente por los años anteriores del sobreprecio y el monopolio de las elites del país para producir cine únicamente con fines comerciales. Desde la década del 2000 hasta este presente se han hecho aproximadamente 150 películas y con la aparición de nuevos formatos y enfoques auténticos, como los propuestos por Luis Ospina se espera que siga creciendo ese número sin temer a trabajar sin parar por la construcción no solo de industria y de exportación cinematográfica; apostándole a los contenidos con trasfondo cultural, social e ideológico.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Luis Ospina logra con “La desazón suprema: Retrato incesante de Fernando Vallejo” conectar la visión de este complejo protagonista, demostrando su profesionalismo y objetividad como documentalista, reflejando también claramente el respeto que siente por la obra de Fernando Vallejo y ese misterio que hasta para el mismo director representa un escritor que le imprime odio a sus palabras. Ospina sin duda es en el medio cinematográfico uno de los mejores directores de Colombia, cautivando con su originalidad al público nacional e internacional, en un país donde las limitaciones para hacer cine no son pocas, él ha conseguido grandes resultados y parece no temerla a las dificultades que trae consigo hacer videos.  
 

 

PREMIOS NACIONALES

 

Convocatoria Cinematográfica 2001 del Ministerio de Cultura, de la Beca de Residencias Artísticas del Fondo Nacional para la Cultura y las Artes de México (Fonca) y del Programa de Estímulos a la Creación y la Investigación del Ministerio de Cultura de Colombia, 2001

 

PREMIOS INTERNACIONALES

 

Mejor Documental, Distinción otorgada por Radio Francia Internacional (RFI) 
Festival Encuentros de Cine de América Latina (Toulose-Francia, 2003)
Premio Nacional de Medios Audiovisuales,

Ministerio de Cultura de Colombia

Mención Festival de Cine y Video Latino de
Toronto AluCine (Canadá)
Premio de la Asociación de la Prensa de
Cádiz, Cádiz.doc. 3ª Muestra Internacional
del Documental Independiente (España)
Premio al Mérito en Cine LASA – Latin
American Studies Association (Brasil)

 

 

PARTICIPACIÓN EN FESTIVALES

 

Selección Oficial. Festival Internacional de
Cine de Miami (USA)
Festival Internacional de Cine Independiente de Buenos Aires, BAFICI (Argentina)

 

TOMADO DE: 

 

 

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